Todo lo que ha pasado no responde a lo que creí.
Todo se volvió mejor, más humano,
más mío, para mí.
La realidad, así, en bruto,
se convirtió en presente vivo.
Sin futuro, sin pasado: alivio.
Hay dentro un cielo gris,
un silencio imperturbable,
un adormecimiento que reconforta.
La gota que cae y cae.
Es el fin de un sueño,
uno ajeno, uno que no cumplí.
El inicio de uno nuevo,
mío, para mí.
Soy feliz, sigo aquí.
Soy feliz,
por y para mí…